La Escuela Especial de Traiguén funcionaba desde el año 1999 en una antigua casa en muy malas condiciones, ventanas sin vidrios, el piso de madera roto, instalaciones eléctricas y sanitarias muy deficientes, altas escaleras gastadas y peligrosas, etc. La directora nos pidió ayuda el año 2005 para mejorar la casa. El impacto de ver a los niños y las profesoras y las condiciones en las que funcionaban, nos motivó a buscar fondos regionales y activar el municipio para la donación de un terreno sobre el que diseñamos nuestro primer gran encargo educativo. Logramos inaugurar el año 2006 la Escuela Especial las Lilas, con casi 1000m2 para 60 alumnos, con salas psicomotora, talleres, baños accesibles, salas, auditorio y un gran patio, todo en un piso más salas administrativas. Nos llenó de orgullo y felicidad ver a todas las familias celebrar los nuevos espacios y las posibilidades que se abrían para todos sus alumnos.
Esta experiencia marcó nuestra vocación por generar mejores espacios para el aprendizaje, dignos, sanos y amables, aprovechando los recursos disponibles y de la mano de las personas que lideran cada proyecto para dar sostenibilidad a cada encargo.